El bambú es el espejo del cuerpo, el sonido, la fuente de vibración, de vida.
Desde el principio, el sonido y el movimiento estuvieron juntos, se abrazaron en instrumentos y en danzantes para crear momentos mágicos.
La intención de este taller es volver a sentir que sonido y movimiento son uno, que el sonido de las flautas viaja a través de hilos que danzan y que el movimiento suena a cada paso.
Acompáñanos en esta experiencia en la que, construyendo la Flauta del Abuelo, nos encontraremos también con nuestra danza.